Dios todopoderoso, Señor del Universo y de la historia humana.
Desde mi humilde hogar, siendo una persona sin armas pero armada de oraciones, vengo a pedirte Padre nuestro, por el cese de este intento de Tercera Guerra Mundial.
Amado Dios, todo lo que has creado es bueno, y tu misericordia por el hombre, que te abandona una y otra vez, es inagotable. La idea de una Tercera Guerra Mundial, se puede plasmar, sino hacemos algo para evitarlo, no quiero permanecer quieto e indiferente, ante mis hermanos y familias involucradas en la guerra.
Por eso, te imploro que ampares al mundo y a sus habitantes con la paz, alejando el destructivo oleaje de la guerra ocurrida entre Rusia y Ucrania, que podría provocar una Tercera Guerra Mundial, teniendo a Europa, América Latina y Estados Unidos como protagonistas.
Padre Nuestro, te pedimos también por todas las personas que han perdido su vida, víctimas de los brutales ataques de una guerra, en la que ellos son familias inocentes. Concédeles la recompensa y la alegría eterna, que intercedan por el mundo, sacudido por la angustia y desgracias por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Jesús, Príncipe de la Misericordia y la Paz, te rogamos por los heridos en los ataques de la guerra: los hijos y los jóvenes, las mujeres y los hombres, los ancianos, las personas inocentes y los que han sido agredidos en este intento de Tercera Guerra Mundial. Sana sus cuerpos y sus corazones, que se sientan fortalecidos por tu consuelo y tu divina misericordia, aleja de ellos el odio y el deseo de la venganza, que solo ocasionan más guerras y víctimas inocentes.
Espíritu Santo, visita a las familias que lloran la pérdida de sus familiares, víctimas inocentes de la violencia, de este intento de Tercera guerra mundial. Cúbrelos con el manto de tu divina misericordia. Que encuentren en Ti la fuerza y el valor para continuar siendo hermanos y hermanas de los demás, especialmente de los extranjeros y los inmigrantes, testimoniando con su vida tu amor.
Mueve los corazones de los soldados, para que reconozcan la maldad de sus acciones, y vuelvan a la senda de la paz y el bien, el respeto por la vida y la dignidad de cada ser humano, independientemente de su religión, origen o status social.
San Miguel Arcángel, te pedimos con el corazón en la mano, que defiendas con todo tu amor y poder, a todos los países en esta dura batalla. Sé su amparo contra las perversidades y asechanzas del demonio. Que Dios cubra con su divina protección a todas las personas afectadas. San Miguel Arcángel, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a los espíritus malignos, que andan dispersos por el mundo, intentando provocar más guerras para la perdición de las almas.
Dios, Padre nuestro y eterno, escucha compasivo esta oración que se eleva hacia Ti en el cielo, entre el estruendo y la desesperación del mundo en la tierra. Llenos de confianza en tu infinita Misericordia, confiando en la intercesión de la Santísima Madre, fortalecidos con el ejemplo de Jesús, nos dirigimos a Ti con gran esperanza, suplicando el don de la paz, y pidiendo que alejes del mundo, el látigo de una guerra mundial.
Por Jesucristo, nuestro Señor. Que reine la paz en todas las naciones y en nuestros corazones.
Amén.