Oración Poderosa al Padre Pio para dar Gracias Dios en la Mañana de Hoy


Oración Poderosa al Padre Pio para dar Gracias Dios en la Mañana de Hoy

Santo Padre Pío, al comienzo de este nuevo día, dirijo a ti esta poderosa oración. Te quiero dar gracias con esta oración de la mañana, por este nuevo amanecer, porque hoy quiero mirar el mundo con ojos llenos de esperanza y vivirlo como un medio de tu amor. Padre Pío, pienso en las señales de tu santo sufrimiento por nosotros, en tus manos perforadas, en tu corazón herido y por eso, quiero agradecerte desde lo más profundo de mi corazón.


Te pido que intercedas por mí ante Dios todopoderoso, para que en el día de hoy, pueda trabajar con tus manos sin importar si me duelen, que pueda caminar con tus pies sin importar los obstáculos, que pueda pensar con tu conciencia para tomar las mejores decisiones, que pueda amar con tu corazón lleno de amor a Dios.


Santo Padre Pío, arrópame con tu bondad, haz florecer tu amor en mi corazón. Un amor que disuelve todo cansancio, un amor que supera toda dificultad, un amor que refuerza las debilidades, un amor que seca toda lágrima. Padre Pío, con esta oración de la mañana, entrego en tus manos mi vida y este nuevo día que está por comenzar.


Guía mis pasos y camina junto a mí, ayúdame, cuídame y protégeme. Permite que todo lo que empieza hoy, tenga un final acertado. Dame luz para ver lo bueno dentro de lo malo, y que no me deje llevar por el momento.


Protégeme de los peligros, las tempestades y otórgame la fuerza para afrontar todos los trabajos que me esperan. Cuando estoy tentado a rendirme, regálame la fuerza para seguir adelante. Padre Pío, tú conoces mis problemas y las preocupaciones que afrontaré el día de hoy, por eso te pido que te quedes siempre a mi lado, para que mi alma esté siempre llena de esperanza.


Padre Pío, enséñame a reconocer a Jesús en mis hermanos, en mis amigos, en mi familia y apreciar la belleza que me rodea en este mundo. Dame un corazón generoso, ayúdame a realizar buenas obras, y enséñame la misericordia, sin pensar en la recompensa terrenal. Protégeme del pecado y de todo mal, que tu gracia esté siempre conmigo y con todos mis seres queridos. 


Enséñame a imitarte, y como un buen hijo de Dios, conviérteme en un gran testimonio de su palabra, bendíceme en este nuevo día, y dame tu santa bendición, en nombre de nuestro amado Dios, que vive y reina en el cielo. Amén.

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Formulario de contacto